Descubre a las emprendedoras y emprendedores mexicanos exitosos que revolucionaron su nicho de negocio.
A veces creemos que para emprender es necesario tener una idea original sobre un producto o un servicio que sea el primero en su tipo; o ser un genio de las tecnologías. Sin embargo, no hay nada más lejos de la realidad, pues lo cierto es que a veces solo necesitas pensar en cómo te gustaría mejorar tu entorno para empezar tu camino de emprendimiento.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos de emprendedores mexicanos que decidieron hacer pequeños cambios que revolucionaron su nicho de mercado.
Emprendedores que revolucionaron su producto
Lorena Vázquez, fundadora de Loly in the Sky
Lorena Vázquez es una mujer emprendedora de Monterrey que logró hacer sus sueños realidad mientras revolucionó las ideas preexistentes del calzado femenino. Desde pequeña, estaba obsesionada con los zapatos, en especial con los de diseños llamativos.
Ella decidió estudiar diseño de modas en Milán y hacer una maestría en diseño de accesorios y calzado en Barcelona, fue en esa estancia cuando se dio cuenta que con sus habilidades en el diseño ella podía incursionar en la creación de los zapatos.
Con esa idea en la cabeza regresó a México a buscar ayuda para lograr su sueño realidad de tener zapatos cómodos, accesibles, pero sobre todo femeninos y con lindos diseños. En 2010, con la ayuda de su hermano, fundó Loly in the Sky con un local en una galería, luego comenzó la venta online.
Poco a poco, su negocio comenzó a crecer, en parte gracias al impulso de la Aceleradora Victoria147, y hoy tiene 14 tiendas repartidas en la ciudad de México, Monterrey, Querétaro, Mérida, Cancún y Guatemala, además vende sus zapatos en Liverpool y Macy’s en Estados Unidos.
Para esta emprendedora el éxito de su negocio se debe a que su mayor preocupación siempre es hacer feliz a sus consumidoras. Lorena siempre está en comunicación con sus Lolygirls (sus fieles consumidoras) para saber qué les gusta. Por eso, está segura que puede expandir su negocio a toda la república, pues ofrece algo más que un calzado bonito.
Marc y Joan Segura, creadores de Play Business
Marc y Joan Segura revolucionaron la forma de financiar un negocio, dando la oportunidad a emprendedores novatos de obtener financiamiento para su negocio de forma más rápida y sencilla que con los medios tradicionales.
La idea surgió porque Marc Segura se dio cuenta de que muchas buenas ideas de negocio se quedaban solo en eso, en ideas, por falta de capital. Es así como creó Play Business una fondeadora para invertir de forma colectiva en startups mexicanas.
En 2013, Marc, abogado y economista de profesión, inició montando un despacho de abogados para pequeñas empresas, pero con la firme intención de crear una plataforma de inversiones colectiva. A pesar de que sus conocidos le aseguraban que algo así en México era imposible, incluso ilegal, Marc hizo un concienzudo análisis legal y encontró la manera de fundar Play Business.
Por su puesto y paradójicamente en 2015, Marc necesitaba inversionistas para fundar su plataforma, fue ahí que invitó a Joan Segura, quien invirtió 200,000 pesos, con lo que empezaron pagando servidores y un diseñador gráfico iniciando operaciones en el cuarto de lavado de los padres de Joan.
Su éxito se debe a que el modelo scaleup permite que cualquier persona pueda invertir desde 100 pesos mensuales en cualquiera de las empresas registradas en la plataforma, con la ventaja de que los inversionistas se convertirán en dueños de una parte de las ganancias que va generando el startup.
Emprendedores sociales con causa
El emprendimiento y los negocios no están peleados con la ayuda a la sociedad, prueba de esto son los siguientes emprendedores que ponen un granito de arena para mejorar su entorno.
Guillermo Jaime Calderón, fundador de Grupo Mia
Guillermo Jaime Calderón empezó como un ingeniero civil que trabajaba para Cemex, en donde conoció las condiciones de vida en poblaciones del sur de África. Después de trabajar ocho años en esta compañía creó su propia empresa Grupo Mia, enfocada en proveer materiales para los sectores bajos de la sociedad y fomentar la autoconstrucción.
Su modelo de negocio se basa en la venta de una gran cantidad de volumen al menor precio posible, reduciendo las ganancias al mínimo, pero siempre manteniendo la calidad del producto. Además, ofrece diferentes formas de pago, recursos federales, estatales, aportes filantrópicos y aportación con mano de obra.
Su interés por dotar de una vida digna a las poblaciones rurales, lo ha llevado a crear Ecofiltro, un producto que pretende llevar agua potable a estas zonas.
Laura Aragón, fundadora de Mukira
Laura Aragón es una emprendedora mexicana originaria de Chihuahua, que estaba preocupada por la violencia en su estado, en especial por la violencia contra la mujer.
En 2013 fundó Mukira (mujer en tarahumara), una organización sin fines de lucro, cuyo objetivo es reducir la desigualdad entre mujeres y hombres, apoyando a jóvenes de ambos sexos para que sean líderes activos en sus comunidades, guiados por los principios de igualdad, justicia y derechos humanos.
Laura crea diferentes programas que se enfocan en dar voz a las mujeres y en satisfacer las diferentes necesidades de los jóvenes.
Emprendedores ecológicos
En las últimas décadas el cambio climático ha sido una de las mayores preocupaciones, es por eso que desde hace varios años se está buscando desarrollar nuevos productos que sean amigables con el medio ambiente.
Por mucho tiempo, el desarrollo de estos productos era muy costoso, por lo que el público en general no los podía usar. Hoy, gracias al adelanto tecnológico, se pueden crear productos más accesibles.
El talento mexicano no se ha quedado atrás en esta nueva mentalidad; varios jóvenes preocupados por la ecología han decidido tomar acción y emprender negocios donde el principal objetivo es el cuidado del medio ambiente.
Ulises Navarro, creador de Newen
Ulises Navarro es un egresado de Mercadotecnia, siempre pensó que el marketing necesitaba un cambio de paradigma, pues creía que solo generaba consumismo; así que su sueño era crear un producto cuyo uso se transformara en ayuda.
En la búsqueda de su producto ideal conoció a Alfonso González, quien llevaba 12 años comercializando productos ecológicos, y a Humberto Ramos quien tenía las fórmulas químicas de productos biodegradables.
Juntos desarrollaron el detergente Newen que ayuda a solucionar buena parte de este problema, pues no necesita enjuague, con lo que se ahorran varios litros de agua y se evita el desecho de residuos químicos. Hoy tiene más de 100 centros de distribución a nivel nacional y 20 a nivel internacional.
Andrés García Gasca, fundador de Trisol
Andrés García Gasca es un joven emprendedor que en una clase en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) se le ocurrió la idea de fundar una empresa dedicada al reciclaje de llantas.
Buscando ideas en Internet le apareció publicidad sobre una llantera, que de inmediato relaciono con su interés por el reciclaje, así nació la idea de Trisol una innovadora empresa dedicada al reciclaje de neumáticos. Para el 2013 logró materializar su idea, con el financiamiento de su familia, maquinaria usada, muchas ganas de que su empresa saliera adelante y recolectando los neumáticos personalmente.
Trisol es eficiente y sostenible gracias a que en el proceso de deshacer las llantas no se usa el fuego ni abrasivos; todo es mecánico, lo que garantiza una reducida huella de carbón. De cada neumático se obtienen textiles, caucho y metal, que se convierten materia prima para una variedad de productos como pisos, pastos sintéticos, arrecifes, blocks de construcción o impermeabilizantes.
Andrés García tiene la firme intención de seguir construyendo un mundo mejor y por eso su próxima meta es expandirse a Asia, Sudamérica y Europa.
Sara Sacal, fundadora de ONI
Sara Sacal es una joven emprendedora que siempre pensó que estamos acostumbrados a usar y tirar, cuando muchos de los objetos que tenemos tienen una vida útil mucho más larga de lo que creemos. Pensando en que el PET servía para hacer una tela muy resistente y duradera, decidió usarla para hacer tenis y bolsas.
La empresaria se contactó con artesanos indígenas para que diseñen los textiles con los que adorna los tenis y bolsas. Así en 2015, fundó ONI que, además de ayudar al medio ambiente, ayuda a comunidades indígenas pagando un precio justo por bordados.
Como puedes ver los emprendedores y emprendedoras no son genios, son personas normales, con dificultades, deficiencias, errores, pero, lo más importante, con sueños, que estuvieron atentos a los problemas de su entorno y se animan a plantar una solución.
Cuéntanos en las redes sociales si alguna vez has sentido ese impulso creativo como estos emprendedores.